Los siete velos de la fantasía.

"la fantasía no sólo realiza un deseo en forma alucinatoria (...) una fantasía constituye nuestro deseo, provee sus coordenadas, es decir, literalmente 'nos enseña cómo desear'."
La pregunta original del deseo no es directamente "¿qué quiero?", sino "¿qué quieren los otros de mí?, ¿qué ven en mí?, ¿qué soy yo para los otros?".
El acoso de las fantasías, Slavoj Žižek

Rabadilla, es un personaje de Boquitas Pintadas, que suele pasar desapercibido. En muchos análisis se pivotea entre otras duplas (Nené-Juan Carlos; Mabel-Juan Carlos; Pancho-Mabel, etc.) Sin embargo, es interesante pensar cómo se construye desde ese personaje la fantasía, esa forma primordial de narrativa, en palabras de Žižek. Rabadilla es el personaje que nos muestra en sus soliloquios, devaneos mentales o fluir de la conciencia la conformación de su fantasía.

1. "...la fantasía crea una gran cantidad de posiciones de sujeto, entre las cuales  (observando, fantaseando) el sujeto está en libertad de flotar, de pasar su identificación de una a otra." (Žižek, 2007 p. 16)
Rabadilla es la sirvienta de Mabel, es la mamá de Panchito, es la sobrina de esa tía que cuida del niño. Su fantaseo la va llevando con la letra de los boleros y tangos a esas otras mujeres entre las que flota su mente: la mujer apetecible del vestido nuevo, la madrecita que arrastra a su amado a la iglesia a través de un piadoso engaño, el ama de casa esposa del suboficial, la mujer muerta, la mujer que enfrenta al padre de la cieguita, la ciega. Raba flota entre todas esas posiciones de sujeto al compás de las letras, y de las asociaciones que siempre termina cerrando hacia su historia, hacia sus versiones.

2. "...la fantasía no sólo realiza un deseo en forma alucinatoria (...) una fantasía constituye nuestro deseo, provee sus coordenadas, es decir, literalmente 'nos enseña cómo desear'." (Žižek, 2007 p. 17)
La fantasía de Raba le proporciona las coordenadas de su deseo, le construye la figura de Pancho que ella va a desear: un hombre que la desee a ella, un amado que la mire y sea capaz de verla sólo de la cintura para arriba, que no note que el ruedo del vestido nuevo está "chingado" y que se le pasa la enagua.

3. "...el deseo 'realizado' (escenificado) en la fantasía no es el del sujeto, sino el deseo del otro (...) La pregunta original del deseo no es directamente '¿qué quiero?', sino '¿qué quieren los otros de mí?, ¿qué ven en mí?, ¿qué soy yo para los otros?'. " (Žižek, 2007 p. 19)
El discurso de Raba en la undécima entrega es eso: el fantaseo de lo que Pancho, fascinado por ella, vería en ella.

4. "la narrativa como tal surge para resolver un antagonismo fundamental mediante el reacomodo de sus partes en la sucesión temporal. Por esto, es la forma misma de la narrativa la que permanece como testigo de un antagonismo reprimido." (Žižek, 2007 p. 20)
¿Por qué Raba se cuenta a sí misma la historia de su vida y de su muerte? No solo construye la narrativa de su fantaseo, sino que la va reordenando de acuerdo a las diferentes ideas de mujer que la radio le proporciona. Cada vez que cambia la canción, también cambia el estereotipo de "amor", de amado y de mujer deseada; vuelve a narrar, vuelve a ensayar en una sucesión de hechos la nueva versión de su vida.

5. "Lo que la fantasía se esfuerza por representar es, a fin de cuentas, la escena 'imposible' de la castración" (Žižek, 2007 p. 22); la problemática de la caída lleva al sujeto a la búsqueda del punto fantasmático en el que "se da ese mal giro". La única forma de venganza que encuentra Raba ante ese desprecio-castración que Pancho ejerce sobre ella es, lisa y llanamente, su asesinato. No es casual que Raba tenga un hijo, y que ese hijo varón -que se llama igual que su padre- sea el que en la historia, reponga sus faltas, y le provea todo lo necesario para ser feliz.

6. "la narración fantasmática involucra siempre una mirada imposible" (Žižek, 2007 p. 23); la respuesta al enigma del deseo del otro es la propuesta de la propia desaparición. Raba entra en la mirada imposible de su propia muerte, de su desaparición, su daño -quedar ciega por echarse lavandina en los ojos-, y juega con las posibles posturas de lamento que llevarían a Pancho al arrepentimiento absoluto.

7. "el melodrama popular y la cursilería kitsh son mucho más cercanos a la fantasía que el 'arte verdadero'. En otras palabras, para poder explicar la distorsión de la 'fantasía original', no basta con hacer referencia a las prohibiciones sociales, lo que interviene tras la apariencia de estas prohibiciones es el hecho de que la fantasía misma es una 'mentira primordial', una pantalla que oculta una imposibilidad fundamental (...) La estratagema del 'verdadero arte' es, por lo tanto, la de manipular la censura de la fantasía subyacente de tal modo que la falsedad radical de esta fantasía se torne visible." (Žižek, 2007 p. 28) Raba fantasea con el deseo de Pancho, un deseo que la involucra y que también involucra al hijo de ambos. Fantasea con el sufrimiento de Pancho ante la carencia de sus supuestos deseos: La Raba. La castración que siente Raba la lleva a fantasear con la revancha de la castración del otro; la falsedad radical en esta fantasía subyace en el presupuesto erróneo de que ella pueda ser el deseo de Pancho. 

..."en su nivel más fundamental, la fantasía me dice qué soy yo para los otros"
Cuando fui a rendir literatura argentina B, esto me llamó mucho la atención: las mujeres de "Boquitas" quieren ser como las personajes de las letras de los tangos, boleros, milongas, etc. que oyen en la radio, o como las mujeres que aparecen en las revistas. El adolescente homosexual, que entra al cuarto de hotel de Silvio Astier en Juguete Rabioso, quiere, simplemente, ser una ama de casa.